Los artrópodos se pueden encontrar en todos los hábitats de nuestro planeta, desde las cumbres de las montañas hasta las grietas hidrotermales, manantiales de agua caliente localizados en las profundidades de los océanos. Rodeados por exoesqueletos protectores, poseen, además, patas tubulares articuladas, que utilizan para saltar, correr y andar. Esos apéndices articulados constituyen su característica distintiva, que los diferencia del resto de invertebrados.
Los insectos constituyen el grupo de artrópodos más numeroso. Suponen prácticamente el 90% de las especies que componen este filo, y tienen todo el derecho a ser considerados los animales más exitosos. En el medio terrestre viven en casi todos los hábitats, ayudados por su pequeño tamaño y, en muchas especies, por su habilidad para volar. También viven en las aguas dulces pero, en cambio, no han sido capaces de colonizar el medio marino. Algunos zoólogos creen que esto se debe a que los crustáceos ya habían explotado por completo ese hábitat.