Es un procedimiento diagnóstico en el cual se inyectan pequeñas cantidades de solución fisiológica a través de un broncoscopio de fibra óptica en un área especificada del pulmón, al mismo tiempo que el resto del pulmón está secuestrado por un balón inflado (LBA); el líquido se aspira después y se inspecciona en busca de organismos patógenos, células malignas y cuerpos minerales.