Dícese de la herida o daño físico (lesión); algunos deportes comportan un riesgo tan elevado de sufrir lesión específica que dan nombre a la lesión con un epíteto deportivo como codo de tenis y rodilla de corredor. La región del cuerpo que más riesgo corre depende del deporte que se practique, aunque por lo general son las extremidades inferiores (sobre todo la rodilla) el punto más corriente, seguidas por las extremidades superiores, la cabeza y el tronco. La mayoría de las lesiones deportivas no son potencialmente mortales, aunque, si no se tratan correctamente, pueden impedir que el deportista rinda bien o poner fin a una carrera deportiva prometedora. Alguna enfermedad importante e incluso potencialmente mortal, incluyendo la esclerosis múltiple, la osteomielitis y el cáncer óseo, se manifiestan primero en lo que parece ser lesión deportiva. Por ese motivo, si no otro, hay que tomar en serio la lesión deportiva y buscar consejo médico si el síntoma persiste o es recurrente. No obstante, también es importante recordar que algún signo y síntoma que parece indicar una enfermedad dañina puede ser el resultado inocuo de una actividad agotadora (por ejemplo, la hematuria asociada con hemoglobinuria de marcha).