La neoplasia maligna que afecta a los elementos formadores de sangre y se caracteriza por la proliferación incontrolada de granulocitos inmaduros, que por lo general poseen bastones azurófilos de Auer en su citoplasma. Los síntomas típicos, que se manifiestan de forma brusca o, con más frecuencia, de manera gradual, son inflamación y hemorragia gingival, anemia, fatiga, fiebre, disnea, esplenomegalia moderada, dolores osteoarticulares e infecciones de repetición (LMA). Se puede presentar a cualquier edad, pero afecta con más frecuencia a los adolescentes y a los adultos jóvenes. El riesgo de la enfermedad aumenta en la persona que ha estado expuesta a dosis masivas de radiación y que tiene determinadas discrasias sanguíneas.