La neoplasia maligna del tejido formado de sangre, se caracteriza por la proliferación de granulocitos y, con frecuencia, de megacariocitos (LMC). La LMC se caracteriza por malestar, fatiga, intolerancia al calor, hemorragia gingival, púrpura, lesiones cutáneas, pérdida de peso, hiperuricemia, molestias abdominales y esplenomegalia masiva.