El plastidio incoloro, que no ha formado pigmento alguno (leucoplastidio). El leucoplasto suele ser muy pequeño y de forma redondeada u ovoide. En los tejidos embrionales representa el primordio del cloroplasto o del cromoplasto; en los tejidos adultos suelen hallarse leucoplastos en todos los órganos no expuestos a la acción de la luz o sometidos, por el contrario, a una iluminación demasiado intensa, por ejemplo, en las células epidérmicas, en las de los pelos, etc. La persistencia del plastidio incoloro ocurre a veces por cierta manera de ser de determinadas plantas, como vemos en las de hojas abigarradas, matizadas de blanco y de verde (diversas formas de hiedra, de evónimos, etc.). Los leucoplastos son capaces de transformar los hidratos de carbono solubles en insolubles (los azúcares en almidón), y pueden realizar otras funciones; en las células epidérmicas, en cambio, así como en los tricomas, carecen de toda actividad.