Estudio científico del lenguaje. En general, y en Europa, se suele considerar a F. de Saussure como el padre de esta disciplina. Fue el primero que se preocupó por su carácter científico y por la definición precisa de su objeto de estudio, y por dotarla de rigor científico y autonomía, utilizando el método analítico inductivo: observación de los hechos antes de formular una hipótesis que después se comprueba con la experimentación. Son herederos del estructuralismo la glosemática y el Círculo Lingüístico de Praga. El estructuralismo americano, influenciado por el conductismo, fructificó en el método distribucional para la determinación de las clases gramaticales de una lengua. El estructuralismo permitió una descripción exhaustiva de las lenguas, en sus aspectos más formales. En los últimos años, estos criterios y preocupaciones han cambiado, sobre todo con el desarrollo de la gramática generativa y transformacional. Esta gramática, partiendo del método «deductivo», aspira a explicar el cómo y el porqué del aparato lingüístico y de sus manifestaciones en actuaciones de habla concretas. Postula que la gramática de una lengua ha de ser exhaustiva en su aplicación de la creatividad lingüística de los hablantes.