La enfermedad inflamatoria crónica que afecta a muchos sistemas orgánicos (LES); es un ejemplo de enfermedad del colágeno. Entre sus características fisiopatológicas de la enfermedad se incluyen vasculitis grave, afectación renal y lesiones en la piel y sistema nervioso. La manifestación inicial suele ser la artritis. En las fases iniciales de la enfermedad también se suele observar un exantema eritematoso (exantema en mariposa) sobre la nariz y eminencias malares, debilidad, fatiga y pérdida de peso. Puede aparecer fotosensibilidad, fiebre, lesión cutánea en el cuello y alopecia en las zonas en que las lesiones cruzan la línea del pelo. Las lesiones dérmicas se pueden extender hasta las mucosas y otros tejidos del cuerpo. No se ulceran pero pueden dejar secuelas en los tejidos afectados. Dependiendo de los órganos afectados, el paciente también puede presentar glomerulonefritis, pleuritis, pericarditis, peritonitis, neuritis o anemia. La insuficiencia renal aguda y los trastornos neurológicos se encuentran entre las manifestaciones más graves de la enfermedad. La causa primaria de la patología no se ha establecidos, aunque se han propuesto como posibles etiologías la infección vírica y la disfunción del sistema inmunitario. El diagnóstico de LES se determina en función de hallazgos subjetivos y objetivos, se basa en la exploración física y las pruebas de laboratorio. En muchos casos, se controla con medicación a base de corticoides sistémicos. La asistencia y el tratamiento varían en virtud de la gravedad y la naturaleza de la enfermedad y de cuáles son los sistemas fisiológicos afectados. Se deben evitar la fatiga y el estrés y se han de proteger todas las superficies corporales de la luz solar directa. Como en otras enfermedades caracterizadas por remisiones y exacerbaciones crónicas de muchos de los síntomas, el paciente suele requerir un sólido apoyo emocional y psicológico.