El lago salino situado entre Israel, Cisjordania y Jordania; con una profundidad oficial que alcanza los 408 m bajo el nivel del mar (según unas mediciones realizadas en 2006, alcanzaría los 418 m), se considera el lugar más bajo de la tierra emergida, sin tener en cuenta la sima antártica Bentley, cubierta hoy día por hielo. El lago tiene alrededor de 80 km de longitud y una anchura máxima de cerca de 18 km; su profundidad media es de 120 m; su superficie era aproximadamente de 1.020 km2 a mediados del siglo XX; hoy se ha reducido a unos 800 km2; ocupa la parte norte del Gran Rift Valley; al este se eleva la meseta del Moab, a unos 1.340 m de altitud; al oeste, la meseta de Judea solo alcanza la mitad de esa cota; desde la orilla oriental una península (llamada El Lisan) se adentra en el lago, que puede llegar a convertirse en una barra de tierra que separe al lago en dos; hacia el sur de esta península el lago es poco profundo, menos de 6 m, mientras que en el norte es más hondo.

El mar Muerto recibe agua del río Jordán, que desagua en el lago por el norte. Hay también otros cursos superficiales menos importantes que desembocan en el lago, principalmente por el este; el lago no tiene salida, es endorreico, y el gran aporte de agua dulce se ve grandemente reducido por la evaporación, que es intensa debido al cálido clima del desierto, y la acción humana; el mar Muerto es casi diez veces más salado que los océanos: frente a un promedio normal de 3,5% de sales por volumen de agua (35 gramos por litro de agua), contiene un 35% de sustancias sólidas (350 gramos de sales por litro), como cloruro sódico (sal común), cloruro magnésico, cloruro cálcico, cloruro potásico, bromuro magnésico; debido a la densidad de sólidos en el agua, el cuerpo humano flota fácilmente en la superficie; el lago no contiene ninguna clase de vida, excepto varios tipos de microbios; los peces marinos que se adentran en él mueren rápidamente.
– El mar Muerto es económicamente importante como fuente de potasas, bromuro, yeso, sal y otros productos químicos que se extraen en gran cantidad y de manera muy económica; en 2002, con el fin de evitar su desaparición, se proyectó construir unos canales y túneles para acarrear agua desde los mares Rojo y Mediterráneo a este lago; en 2005, los estados cuyos litorales baña firmaron un acuerdo a este respecto; en las orillas del mar Muerto se han levantado varios complejos hoteleros y balnearios; el lago está íntimamente ligado a la historia bíblica: las ciudades de Sodoma y Gomorra se sitúan tradicionalmente en sus orillas o en su fondo según las fuentes consultadas, y los esenios escribieron los manuscritos que hoy se conocen como Manuscritos del Mar Muerto en la comunidad que establecieron en la orilla noroccidental del lago. La fortaleza de Masada, situada en lo alto de una montaña, que fue el último reducto de los judíos celotes frente a los romanos en los años 70-72, también se encuentra en la orilla occidental.