El estrecho mar interior que separa la península Arábiga, al oeste de Asia, de la parte nororiental de África. Se extiende hacia el noroeste desde el estrecho de Bab el-Mandeb hasta Suez, en Egipto, a lo largo de 2.253 km. La profundidad máxima del mar es de unos 2.130 m y su anchura máxima es de unos 355 km. El extremo norte está dividido por la península del Sinaí en el golfo de Suez y el golfo de Aqaba. El canal de Suez conecta el mar Rojo con el mar Mediterráneo, y el Bab el-Mandeb lo conecta con el golfo de Adén, un brazo del mar Arábigo. El mar Rojo ocupa una parte de la depresión y falla denominada Gran Rift Valley. Durante más de cincuenta millones de años, la corteza terrestre se ha estado desgarrando en esta zona.
El mar Rojo se formó cuando la península Arábiga se desgajó de África, hace veinte millones de años. Las grietas hidrotermales del fondo marino son la prueba de la constante actividad tectónica. El lugar que, según la tradición, utilizaron los israelitas para cruzar el mar Rojo, según el Éxodo, está en la zona alta del golfo de Suez. En los siglos que siguieron a la caída del Imperio romano, el mar sirvió al mundo musulmán como principal arteria de comunicación y comercio con el África oriental, Persia (actualmente Irán) y el Lejano Oriente. Para los países europeos, sin embargo, este mar revestía poca importancia comercial hasta que se terminó el canal de Suez en 1869, haciendo posible el paso por mar, relativamente directo entre Europa y el Lejano Oriente. Los principales puertos del mar Rojo están en Suez y El-Qusayr en Egipto, Port Sudán y Sawakin en Sudán, Massawa en Eritrea, Jiddah en Arabia Saudí y Hudayda y Mocha en el Yemen.