El microorganismo, también llamado microbio, es un ser vivo que, debido a su pequeño tamaño, solo se puede observar utilizando microscopios ópticos o microscopios electrónicos. La microbiología es la ciencia que estudia estos organismos microscópicos, que incluyen virus, bacterias, algas, hongos y protozoos; los microorganismos pueden vivir aislados o agruparse formando colonias. La principal característica que tienen en común todos los microorganismos es su tamaño diminuto; como consecuencia de ello, los microorganismos poseen algunas ventajas:
• La disminución del tamaño supone un aumento de la relación superficie/volumen. Y, por ello, la superficie de contacto con el medio externo es mayor, lo que facilita un rápido intercambio de sustancias con el exterior.
• Las pequeñas dimensiones hacen que los compartimentos celulares estén muy próximos, por lo que las reacciones metabólicas son rápidas. Como consecuencia, los microorganismos consumen los nutrientes del medio con rapidez y originan muchos productos de desecho que son eliminados al exterior, alterando en poco tiempo el medio en el que viven.
• Se multiplican muy rápido.
• Pueden vivir en multitud de ambientes; algunos de ellos de los más inhóspitos en los que es capaz de crecer un ser vivo.
Los virus, viroides y priones aunque no son verdaderos seres vivos, sino entidades no celulares, se consideran también objeto de estudio de la microbiología. El resto de microorganismos se clasifican en tres de los cinco reinos existentes. Las bacterias y cianobacterias pertenecen al reino Móneras. Son organismos con células procariotas y presentan una gran variedad de formas de vida. Hay bacterias fotosintéticas, quimiosintéticas y heterótrofas. Estas pueden ser saprofitas, descomponedoras o patógenas, como las que producen la tuberculosis o la sífilis. El resto de los microorganismos son eucariotas. Los protozoos unicelulares y las algas unicelulares se incluyen en el reino Protoctistas. Ciertos hongos como las levaduras, son microorganismos que pertenecen al reino Hongos. Muchos de estos seres vivos tienen una gran importancia económica por su uso industrial en la fabricación de antibióticos y productos alimenticios como el pan o el vino, o por las pérdidas que producen al descomponer alimentos.