La afección en la que el calcio, y finalmente el hueso, se depositan en el músculo (a menudo el cuádriceps) después de un magullamiento o fractura graves. Suele producirse varias semanas después de la lesión. Los depósitos de calcio suelen reabsorberse sin efectos crónicos, si bien el proceso puede llevar varios meses. Durante este período, lo mejor es evitar una rehabilitación agresiva del músculo, ya que puede causar microlesiones y dolor que retrasarán la vuelta a la práctica deportiva. A veces los depósitos de calcio, sobre todo los cercanos a la inserción u origen del músculo, no se reabsorben. Estos depósitos suelen ser muy discapacitadores y tal vez haya que recurrir a su exéresis quirúrgica. Los casos recurrentes de miositis osificante pueden estar relacionados con trastornos hemorrágicos y deficiencias de coagulación.