Es una herida puntiforme producto de la mordedura de una de las casi 60 especies de arañas venenosas existentes en Norteamérica: algunas peligrosas para el ser humano. Entre ellas son incluidas la viuda negra (Latrodectus mactans), la araña del rincón (Loxosceles reclusa), y algunas especies de arañas saltadoras y de tarántulas. El veneno de araña puede contener proteínas enzimáticas, entre ellas se encuentra ciertos péptidos que afectan a la transmisión neuromuscular o la función cardiovascular.