El fallecimiento no traumático, durante ejercicio, que se presenta dentro de la primera hora de haber iniciado los síntomas: muerte súbita del atleta. Se estima que se tienen cuatro muertes de estas características, por cada millón de atletas por año en los Estados Unidos. Las entidades nosológicas que la causan son diferentes de acuerdo al grupo de edad al cual nos referimos; en menores de 35 años, la principal causa es la Miocardiopatía hipertrófica, y en mayores de 35 años, la causa es enfermedad ateroesclerótica coronaria. Existen otras menos frecuentes como las anormalidades congénitas de las arterias coronarias, displasia arritmogénica del ventrículo derecho, enfermedades valvulares, etc. La mejor forma de disminuir la incidencia de este evento es la prevención, utilizando medidas de evaluación a deportistas en forma general, incluyendo exámenes médicos y de gabinete. Ésto es, interrogatorio y exploración física completos, radiografía de tórax y electrocardiograma. Existen cuestionarios enfocados para valorar signos, síntomas y antecedentes cardiovasculares, que deben aplicarse a toda aquella persona que inicie con un programa de ejercicio físico, sea niño o adulto, y así encontrar en ellos, factores de riesgo que pongan en peligro su vida durante la práctica deportiva.