El museo arqueológico español situado en Madrid. Fundado por medio de un real decreto firmado el 20 de marzo de 1867 por la reina Isabel II, su creación respondió al intento de establecer una institución que se convirtiera en depositaria de las colecciones arqueológicas de la Corona, en ese momento dispersas en la Real Biblioteca, en el Gabinete de Historia Natural y en la Escuela Superior de Diplomacia. Su emplazamiento original fue un edificio denominado El Casino de la Reina, en el que permaneció hasta ser trasladado, en 1895, al que le ha servido de sede hasta la actualidad, el Palacio de Bibliotecas y Museos de Madrid, ubicado en la parte posterior de la Biblioteca Nacional.
Su acervo primigenio se fue enriqueciendo de forma progresiva gracias a donaciones y adquisiciones, así como debido al resultado de nuevos hallazgos realizados en distintas excavaciones arqueológicas. Como consecuencia de ello, en 1968 se afrontó una profunda reestructuración de su espacio expositivo, que fue ampliado y diseñado según criterios museográficos modernos. En la actualidad está organizado en diez departamentos: Prehistoria; Protohistoria y Colonizaciones; Antigüedades Egipcias y Próximo Oriente; Antigüedades Clásicas; Antigüedades Medievales; Edad Moderna; Numismática y Medallística; Conservación; Difusión; y Documentación. En noviembre de 2002 se anunció un nuevo programa de renovación y ampliación que implicaba la creación de una nueva planta subterránea bajo el jardín. Las obras afectaron a la ordenación de buena parte de los espacios del museo.

La visita al Museo Arqueológico Nacional español debe comenzar por la reproducción de las pinturas rupestres de la cueva de Altamira que se encuentra en el subsuelo de sus jardines exteriores. Los fondos de su colección permanente ocupan tres niveles. En la planta segunda del museo se pueden contemplar las piezas arqueológicas correspondientes a la prehistoria y a la edad del hierro, así como las antigüedades de Egipto y Próximo Oriente, los objetos griegos y etruscos, y las piezas que proceden de Canarias e Islas Baleares. En la planta tercera se exponen piezas fenicias, púnicas, iberas, romanas, y las correspondientes a la edad media peninsular (tanto visigodas, como hispanocristianas e hispanomusulmanas). Por último, en la planta cuarta se encuentran las salas dedicadas a la edad moderna, las denominadas Salas Nobles, la sala de exposiciones temporales, la sala reservada a monetario (su colección numismática está integrada por casi 2.000 monedas) y la Biblioteca. Entre las piezas más valiosas que custodia se encuentran el sarcófago de Amenemhet, los bustos de la Dama de Elche y de la Dama de Ibiza, y el visigodo tesoro de Guarrazar (que incluye la corona de Recesvinto). Además de la Biblioteca, el Museo Arqueológico Nacional ofrece servicios complementarios de videoteca, diapoteca, archivo fotográfico, visitas programadas y guiadas por su gabinete pedagógico, ciclos de conferencias y exposiciones, y emisión de audiovisuales en un aula destinada a este fin.