Son puntos sensoriales biológicos, químicos o quirúrgicos utilizados para transmitir información sobre nanopartículas al mundo macroscópico. Su uso incluye principalmente varios propósitos medicinales y como puertas de entrada para construir otros nanoproductos, como chips de computadora que funcionan a nanoescala y nanorobots. En medicina, se aplica al dispositivo que usa rayos X en lugar de la luz visible para crear imágenes de estructuras muy pequeñas, como las que se hallan en el interior de los vasos sanguíneos y las células. Se puede usar para estudiar procesos como la angiogénesis (crecimiento de los vasos sanguíneos). El término nanosensor también se usa para describir partículas muy pequeñas que se pueden usar en la detección, el diagnóstico y el tratamiento de cáncer.