Se aplica a las náuseas y vómitos que se producen como reacción a los agentes quimioterápicos (NVIQ). Son sustancias con actividad antimicrobiana (microbicida o microbiostática) con toxicidad suficientemente baja como para poder ser administrados a un organismo por la vía adecuada, hasta alcanzar y mantener concentraciones eficaces en los tejidos.