Se aplica a la inflamación del tejido intersticial renal, incluidos los túbulos: el proceso puede ser agudo o crónico. La nefritis intersticial aguda es una reacción inmunológica a determinados fármacos, frecuentemente sulfonamida o meticilina. Son característicos en este proceso el fracaso renal agudo, fiebre exantema y proteinuria. La nefritis intersticial crónica es un síndrome de inflamación intersticial y cambios estructurales, a veces asociado a procesos como obstrucción ureteral, pielonefritis, exposición del riñón a toxinas, rechazo de trasplantes y determinadas enfermedades generalizadas. Gradualmente se desarrolla insuficiencia renal, náuseas, vómitos, pérdida de peso, fatiga y anemia.