Flora Vascular de Andalucía Occidental: Hierbas perennes con rizomas o raices tuberosas, a veces saprofritas, frecuentemente con micorrizas. Hojas alternas, dísticas o espiraladas, enteras, a veces reducidas a escamas. Inflorescencia en espiga o en racimo espiciforme. Flores zigomorfas, epiginas, hermafroditas. Tépalos en 2 verticilos, generalmente coloreados; el interno superior de mayor tamaño (labelo) colocado en posición inferior por un giro de 180º del ovario y del pelicero, frecuentemente con un espolón basal, y a veces diferenciado en una parte superior (hipoquilo) y otra inferior (epiquilo); los restantes tépalos a veces convergentes para formar una casco (gálea). Ginostemo (estructura formada por la soldadura de piezas del androceo y gineceo) a veces con una parte media estéril diferenciada (columna) y zona basal terminada por el rostelo (estigma estéril en el cual se localiza bursículas y a veces retináculos), en cuyo extremo suelen observarse la prolongación de tejido conectivo (apículo). Androceo con 1 estambre, con 2 tecas laterales y conectivo central; pollinias (conjunto de granos de polen o de tetradas y estructuras que facilitan su dispersión), con caudículas (tejido vegetativo que soporta los granos de polen), insertas en 1 ó 2 retináculos (disco viscoso de fijación), encerrados en 1 ó 2 bursículas (cavidad que protege al retináculo), rara vez ausentes. Ovario ínfero tricarpelar, unilocular, terminado en 3 estigmas, los 2 laterales generalmente fértiles, el central modificado en un saliente (rostelo). Fruto en cápsula polisperma. Semillas muy diminutas.

 

Flora Iberica: Plantas perennes, con rizomas o tubérculos radicales, generalmente autótrofas. Tallos simples. Hojas generalmente alternas, envainadoras, rara vez con falsos pecíolos, dísticas o de disposición helicoidal, indivisas –a veces reducidas a escamas–, planas o ± plegadas. Inflorescencia en espiga o racimo –a veces, flores solitarias–. Flores zigomorfas, generalmente hermafroditas. Sépalos 3, en ocasiones convergentes con los pétalos laterales para formar un casco o gálea. Pétalos 3, el superior o labelo casi siempre muy diferenciado, en forma o tamaño, y generalmente colocado en posición inferior, por el giro del ovario –resupinado–, a veces dividido por una constricción media en hipoquilo y epiquilo, frecuentemente con un espolón basal. Estambre 1, raramente 2 (o, en especies extraibéricas, 3), con anteras bitecas, sésiles o subsésiles, con dehiscencia longitudinal, rara vez operculadas; polen en mónades o tétrades, generalmente agrupados en másulas, que a su vez se unen para formar conjuntos denominados polinios, los que pueden tener un pie, llamado caudícula. Ovario ínfero, unilocular –en las especies ibéricas–, con placentación parietal; estigmas 3 –a veces muy poco diferenciados–, el central generalmente transformado en una protuberancia que se denomina rostelo. Ginostemo o columna (formado por la soldadura de piezas del androceo y gineceo) con una parte estéril, una zona estigmática donde se ubica el rostelo, más la antera; y, eventualmente, los estaminodios; así como, en algunos géneros, una masa viscosa o retináculo, originado en la base de la caudícula y que facilita la adhesión del polinio al polinizador –puede estar protegido por una bolsita membranácea o bursícula–. Fruto en cápsula polisperma, dehiscente generalmente por 3 ó 6 aberturas longitudinales. Semillas muy pequeñas, sin endosperma. Integrada por c. 850 géneros, con unas 20 000 especies, que se distribuyen principalmente por las regiones tropicales.