El parque nacional boliviano creado para proteger el área correspondiente al ambiente natural de Los Llanos de Mamoré. Localizado en el departamento de Santa Cruz, cerca de la ciudad homónima, abarca una superficie de 637.601 ha, toda vez que en 1990 fue ampliado y clasificado como parque nacional. Abarca a la totalidad de los elementos y procesos naturales de la zona delimitada y prevé un grado de intervención humana mínima, enfocada a las actividades de turismo y recreación, a proyectos de investigación no manipulativa y a programas de educación ecológica. Se trata de una zona representativa de los ecosistemas originales de Los Llanos, interdicta de presencia humana, salvo para los fines antes citados y los propios de vigilancia del parque.
Se accede al mismo por Buena Vista o Samaipata y constituye el hábitat de una fauna silvestre diversa, entre la que se cuentan especies raras, como osos, jaguares, capibaras, pecaríes y una asombrosa diversidad de aves. A semejanza de Los Llanos de Beni, contiene una flora de pastizales y sabanas muy variada, que ha sido protegida del proceso de degradación, principalmente inducido por el desarrollo de la ganadería vacuna, con tecnologías y prácticas de manejo rudimentarias y de bajos rendimientos, y de la explotación de la vida silvestre. Preocupan las prácticas de sobrepastoreo y las frecuentes quemas de pastizales, que representan amenazas continuas y severas; particularmente, considerando que las tres limitaciones naturales para el uso sostenible de los recursos son: la baja capacidad productiva de los suelos, la recurrencia de los incendios, naturales o provocados, y la estacionalidad climática que restringe el cultivo de secano. Aunque el principal potencial económico corresponde a la ganadería sobre pastizales, el avance de la agricultura y las obras de control de aguas están alterando fuertemente el equilibrio ecológico del sistema natural, fuera de las zonas protegidas por el parque.