Es un parque nacional que se localiza en el extremo noreste del Paraguay, en las proximidades de la frontera con Brasil y a unos 40 km de distancia de la localidad de Pedro Juan Caballero. Las características del medio ambiente más destacadas del parque comprenden los escarpados relieves, con cerros aislados, y un hábitat cuya cubierta vegetal está compuesta, fundamentalmente, por el bosque subtropical. Pero, además de su valor biofísico, el parque conserva importantes testimonios arqueológicos e históricos. Entre otros, destacan las cuevas precolombinas, que contienen petroglifos, y el sitio donde muriera el héroe paraguayo Francisco Solano López, al finalizar la guerra de la Triple Alianza, en la que Brasil, Argentina y Uruguay unieron sus fuerzas contra el Paraguay. El 1 de marzo de 1870, la caballería brasileña atacó a las fuerzas paraguayas, que se habían retirado hacia el norte, en cerro Corá, donde murió el propio López.
Los cercanos cordones de la sierra de Amanbay, en el límite oriental con Brasil, forman parte de la Meseta brasileña, cuyos relieves descienden hacia el oeste, por donde se extiende el valle central del río Paraguay. El elevado promedio anual de precipitaciones, que alcanza los 2.000 mm en las zonas más húmedas de las sierras, se refleja en las condiciones de la vegetación, en la que predomina el bosque húmedo, que irrumpe denso en las colinas, mesetas y serranías. La cubierta vegetal se caracteriza, no obstante, por la amplia variedad de tipos de bosques, con formaciones de transición que se ‘proyectan’ hacia el oeste y suroeste, donde irrumpen cerrados y sabanas que denuncian la desecación progresiva del ambiente. Las serranías atestiguan la presencia de un antiguo núcleo de rocas arcaicas cristalizadas y esquistos fuertemente plegados, que representan uno de los peldaños emergentes, que descienden hacia la cuenca del Paraguay.