Es un parque nacional de El Salvador, ubicado en el departamento de Santa Ana, con una superficie de 6.500 hectáreas. Fue creado en 1981 en las proximidades de núcleos como El Congo, Santa Ana, Izalco y Nahuizalco, y de las ruinas de San Andrés. Se trata de un volcán apagado que alcanza los 2.030 m de altitud, frente al lago Coatepeque, sobre el que descendieron las lavas volcánicas, piroclastos y piedra pómez. Los ríos arrastran sedimentos que se depositan de forma paralela a la costa por las corrientes litorales del océano Pacífico, generando extensas y rectilíneas playas. El clima, húmedo y cálido, ha favorecido el desarrollo de un bosque lluvioso o pluvisilva, oscuro, en el que proliferan el musgo y las plantas epifitas, con árboles como el danto amarillo, el zapote, el cedro amargo, el amarillo y el roble negro. Constituye el hábitat idóneo del campanero, la pava crestada, la paloma rojiza, el colibrí garganta rubí y el quetzal.