Es un área natural protegida situada en las provincias de Huelva y Sevilla al suroeste de España, en la comunidad autónoma de Andalucía. Se extiende por los municipios de Almonte, Hinojos, Aznalcázar y Puebla del Río. Fue declarado parque nacional en 1969. En su interior, y desde 1964, se encuentra una estación biológica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Doñana debe su nombre a doña Ana Gómez de Mendoza y Silva, esposa del séptimo duque de Medina-Sidonia. Fue zona de caza real desde Felipe IV hasta Alfonso XIII. Aunque el territorio de Doñana estaba destinado fundamentalmente a las actividades cinegéticas, sus tierras se dedicaban también a la explotación forestal y al mantenimiento de pastos y dehesas para el ganado. El interés de científicos y naturalistas por la riqueza ecológica de Doñana, iniciado a principios del siglo XX, culminó en 1963 con la creación de la Reserva biológica de Doñana. Seis años después se creó el Parque nacional de Doñana. En 1981 fue catalogado como Reserva de la Biosfera y en 1988 como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Doñana constituye, además, uno de los humedales más importantes de Europa y en 1994 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La riqueza biológica del Parque nacional de Doñana se debe a la variedad de ecosistemas que lo componen. La marisma es el espacio natural de mayor extensión. Es una llanura que se inunda gracias a la lluvia y a algunos arroyos, por lo que su aspecto varía enormemente según la estación del año. En invierno la marisma se encharca y aparece como un lago poco profundo mientras que en verano permanece totalmente seca. Constituye el lugar de invernada de gran número de aves acuáticas y de otras que realizan sus rutas migratorias entre Europa y África, como cigüeñas, ánades, patos cuchara, cercetas y calamones. En las zonas menos elevadas, que suelen concentrar una importante cantidad de agua, la vegetación está dominada por la castañuela (Scirpus maritimus) y el bayunco (Scirpus littoralis). Estas áreas de marisma baja cuentan con numerosas especies de aves. La marisma alta, que se encharca solo superficialmente en invierno, mantiene una vegetación formada por plantas como el almajo salado (Arthrocnemum macrostachyum) y el almajo dulce (Suaeda vera). El límite de la marisma está formado por una espesa banda de juncos. En Doñana existe también un conjunto de lagunas interiores que, salvo en época de sequía, permanecen inundadas todo el año. Entre las lagunas destacan las de Santa Olalla, la mayor de todas, la Dulce, la del Taraje, la del Zahíllo y la del Charco del Toro. Las dunas, que nacen en la playa, forman grandes extensiones de arena que pueden alcanzar alturas de hasta 10 metros. Son dunas móviles que dejan a su paso unas zonas protegidas del viento, que reciben el nombre de “corrales”, donde se asienta la vegetación. Cerca de la playa los corrales están dominados por clavelinas (Armeria pungens) y siemprevivas (Helichrysum picardii) que son sustituidas, al alejarse de la costa, por pinos. Los cotos, otro ecosistema característico del Parque nacional de Doñana, están formados por arenas estabilizadas sobre las que se asienta un matorral espeso. Según la composición florística del matorral se puede distinguir entre monte blanco y monte negro. El primero está dominado por el jaguarzo blanco (Halimium halimifolium) al que acompañan algunas jaras (Cistus sp.). El monte negro está compuesto por varias especies de brezos (Erica sp.). Entre la vegetación de matorral pueden localizarse especies arbóreas como el alcornoque, el madroño, el acebuche, la olivilla o labiérnaga (Phillyrea angustifolia) y el pino piñonero. Por último, cabe destacar el ecosistema de la vera, que es la zona de confluencia entre el matorral de los cotos y la marisma. Es un ecotono (área de transición) de gran riqueza ecológica donde aflora la humedad filtrada por las arenas, que posibilita el desarrollo de juncos y pastizales. En la zona de la vera más próxima al matorral hay una hilera de alcornoques muy antiguos sobre los que se asientan numerosas colonias de aves.
Los ecosistemas presentes en Doñana albergan una gran riqueza faunística con especies en peligro de extinción como el lince ibérico o el águila imperial ibérica. Entre los mamíferos presentes hay que destacar el lince ibérico, el meloncillo, el zorro, el jabalí, el ciervo, el gamo, la nutria, el turón, la comadreja, el tejón o el conejo. El lince ibérico es un carnívoro endémico de la península Ibérica cuyo hábitat natural es el monte mediterráneo. Es un félido de tamaño mediano con las orejas rematadas en un pincel de pelos largos. El meloncillo vive en el matorral y se alimenta básicamente de conejos. En Doñana viven varias especies de rapaces, como el águila imperial ibérica, el águila culebrera, el ratonero, el milano negro, el milano real, el aguilucho lagunero, el aguilucho cenizo, la lechuza o el mochuelo. El águila imperial, endémica de la Península, es una especie de gran envergadura que se caracteriza por las manchas blancas que presenta en los hombros. Doñana es una zona de especial importancia para la nidificación, la invernada y el paso de numerosas especies migratorias. El flamenco, que cría desde los últimos años en el interior de Doñana, está incluido dentro de las especies españolas en peligro de extinción. Otras aves que pueden encontrarse en Doñana son la espátula, la cigüeña, la garza imperial, la focha cornuda, la malvasía cabeciblanca, la cerceta pardilla, el martinete, el ganso, el porrón pardo, el tarro canelo, varias especies de gaviotas, el ánade real o el calamón. Esta última especie, que resulta inconfundible con su gran pico rojo y su plumaje de color azulado, posee en España su única área de cría europea. En las zonas de monte o de pinares se pueden encontrar perdices, alcaudones reales, chotacabras, palomas torcaces, mirlos, zorzales y rabilargos. Entre los anfibios destacan la ranita de san Antonio o el sapo de espuelas y entre los reptiles, la víbora hocicuda, la culebra bastarda, la tortuga mora (Testudo graeca), las culebras de agua (Natrix natrix y Natrix maura), la lagartija colirroja, o el lagarto ocelado.