Es un área natural protegida de Colombia establecida en 1948 por ley de la república. El parque está situado en el departamento de Meta, entre los ríos Ariari, Guejar, Guayabero y Duda. Comprende la serranía de la Macarena y un sector relativamente plano al oriente de ésta, con una extensión total de 1.131.350 ha y con elevaciones máximas de 2.200 m. Geológicamente, la sierra forma parte del escudo Guayanés, de formación precámbrica anterior a la constitución de la cordillera de los Andes; está constituida por esquistos micáceos, anfibolitas y ortogneis, en parte granosieníticos. La parte plana, geológicamente parte del escudo Guayanés, está cubierta de sedimentos provenientes de los Andes.
El clima se caracteriza por la variación altitudinal: la temperatura media en la parte baja es de 26 °C y de 15 °C para las áreas más elevadas. Las precipitaciones varían altitudinalmente, con un máximo de 4.000 mm a los 1.500 m. La Macarena es un parque natural de alta riqueza en términos de vida: fue uno de los refugios paleoclimáticos correspondiente al ecotono amazónico durante la última glaciación, constituyéndose en un puente de especiación y de hibridación de especies entre la Amazonia y los Andes. Debido a esto, es una región que posee una gran biodiversidad: habitan 420 especies de aves que representan alrededor de 65 familias distintas, y cuenta con especies vegetales endémicas. El sector no fue colonizado durante la dominación española, probablemente gracias a la labor de los jesuitas expulsados por el rey Carlos III; no obstante, todos los grupos indígenas que ocuparon este territorio han desaparecido. En el parque se está presentando un proceso de colonización espontánea que amplía la frontera agrícola y ganadera, lo que conlleva inevitablemente un deterioro ambiental. La belleza de su vegetación, su fauna y sus corrientes de agua como el caño Cristales, por ejemplo, hacen del parque un lugar visitado por un gran número de turistas ecológicos.