Es un espacio natural protegido del este de Brasil localizado en el municipio de Porto Seguro, en el litoral meridional del estado de Bahía. Con una extensión total de 22.500 hectáreas, tiene como objetivo la preservación ambiental de un lugar histórico, la primera porción de tierra que avistaron los colonizadores portugueses al llegar a lo que luego sería Brasil, en el año 1500.
El terreno del parque se extiende hasta el litoral, abarcando el ecosistema de bosque tropical atlántico (la mata atlántica), además de terrenos pantanosos y playas. Un camino de 14 km a partir de la carretera BR-101 garantiza el acceso a la zona. Están permitidas visitas durante el día, pero todavía no existe infraestructura para hospedaje. Posee una de las faunas más diversificadas del país, en la que cabe destacar la presencia de varios mamíferos, como el guariba (un pequeño mono aullador), el caxinguelê (de la familia de las ardillas), el tapir, la paca, el gato montés, el oso melero, el oso hormiguero, además de un sinfín de aves, como el gavilán con penacho, el gavilán caza macacos, el guaco y el curió.