Es un espacio natural protegido de Argentina, creado en el año 1934, localizado en el noroeste de la provincia de Misiones, donde el río Iguazú (a 12 km de su confluencia con el Paraná) forma las mundialmente conocidas cataratas. En 1984 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las cataratas del Iguazú fueron descubiertas, en 1542, por el explorador español Álvar Núñez Cabeza de Vaca; los saltos, en un primer momento, fueron denominados Santa María pero como denominación definitiva quedó el nombre guaraní Iguazú ‘agua grande’. El río Iguazú se ensancha en el curso superior de las cataratas y se divide en numerosos brazos, formando las cataratas al llegar al precipicio, con un arco de 2.700 m de longitud. El salto más importante se produce desde los 60 m de altura en la garganta del Diablo. Los vientos procedentes del océano Atlántico proveen lluvias de alrededor de 2.200 mm anuales. Las temperaturas tienen un promedio que oscila entre 16 ºC para junio y julio, y 27 ºC para diciembre y enero.
Las cataratas se encuentran en una zona de clima subtropical que posee una fauna y una flora, características de este clima, muy abundantes en número de especies. Algunos ejemplares de la flora son orquídeas, palo rosa, lapacho, cedro misionero, guatambú, laurel y palmito; en las márgenes del río hay especies como el curapay, el cupay y el ceibo. La fauna está representada por tigrillos, ocelotes, jaguares (o yaguaretés), perros vinagre, coatíes de la cuenca del Amazonas, tapires amazónicos, osos hormigueros, yacarés overos, vencejos de cascada, tucanes y águilas.