Es un espacio natural protegido de Argentina, situado en la provincia de Neuquén, a unos 30 km al suroeste de la ciudad de Zapala. Fue creado en 1940 con el objeto de proteger una de las más abundantes poblaciones de cría del cisne de cuello negro. En 1992 fue incluido en la Lista de Humedales de Importancia Internacional del Convenio de Ramsar. El rasgo más característico de este parque es la laguna Blanca que da nombre al lugar, de 1.700 ha, encerrada entre cerros cónicos, de pendientes suaves y lados de paredes abruptas, que determinan la fisiografía de la región.
Dominan los suelos volcánicos, arenosos y pedregosos, hallándose un gran escorial basáltico que se extiende a partir del margen meridional de la laguna. La vegetación es la típica del distrito occidental, con predominio de los arbustos xerófilos sobre las gramíneas, como el duraznillo, el neneo, el molle, el charcao y otros. En parte de las márgenes de la laguna, al igual que a lo largo de los escasos arroyos, prosperan gramíneas más desarrolladas, las cortaderas, y en lugares más húmedos crecen maillines con juncáceas y ciperáceas. La avifauna conforma el principal atractivo del Parque nacional Laguna Blanca, que tiene en el cisne de cuello negro la especie más destacada; otra ave característica es el pato zambullidor o buceador grande. Entre la multitud de aves que frecuentan la laguna merecen destacarse también los flamencos, los macáes plateados y las gallaretas.