Es un parque nacional colombiano situado en el municipio de La Playa, perteneciente al departamento de Norte de Santander. Limita con la quebrada Piritama y Teneria al norte, el río Playón al este, la quebrada Alcantarilla al sur y las quebradas Caldohueso, La Honda y Pantanillo al oeste. Su paisaje es espectacular, con un desierto de torres y columnas labradas a lo largo del tiempo por la lluvia, el viento y el sol. Hay representación de batolitos en el municipio de Ocaña, correspondiente a rocas meteorizadas, rocas ígneas de granito y granodiorita, alaskitas y pegmatitas graníticas. El desarrollo del relieve se debe a la fácil meteorización y a la lluvia, que produce una erosión acelerada. Las microcuencas han sido afectadas por movimientos tectónicos, que forman depresiones resultado de fallas, fracturas y plegamientos. Sobresalen los estoraques, formaciones caracterizadas por una erosión severa que forma esculturas de múltiples formas y grandes cárcavas, que se complementan con crestas de montañas y valles de quebradas.
Entre enero y marzo la sequía es intensa; la evapotranspiración potencial es cercana al doble de la precipitación, lo que ocasiona un déficit de agua que limita el desarrollo de las plantas. Las quebradas presentan un caudal muy bajo o nulo durante los meses secos. La vegetación corresponde a un orobioma subxerofítico de piso térmico templado o bosque seco premontano. El dosel del bosque alcanza 10 m, disparejo y discontinuo. Los árboles más comunes son: mantequillo, arrayán, raque, loquete, encenillo, chaparro y guayaba. Debido a las condiciones climáticas, el parque es pobre en fauna. Esta zona forma parte del territorio indígena hacaritama.