Es un parque nacional de Honduras, que fue reserva forestal en 1959, confirmada en 1986, y elevada a la categoría de parque nacional en 1987, con una extensión de 24,71 km2 en su parte nuclear más un área de amortiguamiento de 222,39 km2. Se localiza en el extremo noroeste de la nación, junto a la frontera guatemalteca y al río Motagua, a una distancia de 190 km de Tegucigalpa y próximo a la sierra de Merendón (bosque nacional). Es accesible desde San Pedro Sula. Culmina en el cerro Jilinco (2.242 m) y constituye un bello relicto de bosque nublado, con una interesante población de quetzales, el ave más característica de la nación, de gran renombre en la época precolombina. Existen oficinas (una en San Pedro Sula), un centro para visitantes y senderos para internarse en el parque.