Es un parque nacional chileno situado en el sector costero de las regiones de Antofagasta y Atacama. Fue creado en 1985 y ocupa 9.155 hectáreas de la Región II y 34.614 hectáreas de la Región III. Se caracteriza por ser una planicie litoral poco desarrollada y un farallón costero con una altitud máxima de 800 m sobre el nivel del mar. En el sector existen numerosas quebradas que acarrean ocasionalmente agua producto de las lluvias estivales en la cordillera. Se destaca la existencia de la isla Pan de Azúcar a dos kilómetros de la costa sobre la que se asienta el parque. Las precipitaciones son muy reducidas y las temperaturas poco variables; es así que la temperatura media máxima alcanza los 19,3 °C y la mínima los 12,2 °C, lo que evidencia una escasa oscilación térmica anual.
El parque presenta ambientes marinos y terrestres, por lo que la flora y fauna es variada. La vegetación es xerófita, es decir, especies adaptadas a la sequedad, destacando una enorme variedad de especies de cactáceas columnares y globosas. Pese a la gran sequedad, la existencia de las neblinas costeras posibilitan la existencia de una vegetación más espesa y diversa. Esta situación es especialmente atractiva cuando aumentan las lluvias y se produce el fenómeno llamado ‘desierto florido’.
La fauna es diversa y abundante, destacando en los sectores marinos el chungungo o nutria de mar y el lobo de un pelo; en las áreas costeras existe una gran cantidad de gaviotas, gaviotines, pelícanos, cormoranes, chorlitos y, especialmente, el pingüino de Humboldt; en las áreas continentales, con una mayor vegetación, es posible observar guanacos, zorros, águilas, cóndores, cernícalos, chercanes, golondrinas y turcas.