Es un parque nacional colombiano situado entre los departamentos de Cundinamarca (municipios de Santafé de Bogotá, Cabrera, Gutiérrez, Arbeláez, San Bernardo y Pasca), Huila (municipio Colombia) y Meta (municipios de Acacías, Guamal y San Luis de Cubaral). Forma parte de él el inmenso páramo de Sumapaz. Con una extensión de 154.000 ha, alberga cumbres que se alzan entre los 1.500 m y los 3.400 m de altitud. Presenta un relieve montañoso, dominado por estratos fracturados y levantados, que ofrecen una ladera suave y otra escarpada. En el cretácico se crearon lo que son lagunas y turberas, mientras que las glaciaciones del pleistoceno (cuaternario) dejaron hondas cicatrices (lagunas, como la de La Guitarra, ocupan amplias depresiones) y labraron profundos valles glaciares. En el parque nacen, además, importantes ríos: el Sumapaz, el Guape, el Blanco y el Cabrera. El clima de bosque húmedo en los pisos térmicos templado, frío y de páramo registra una temperatura media de 19 °C en las partes bajas, y de 2 °C en las cimas.
Los páramos de la cordillera Oriental son ricos en géneros endémicos de plantas: crecen alrededor de 32 especies de frailejón, 15 de las cuales podrían ser endémicas. Entre la fauna sobresalen las aves, como el cóndor de los Andes, el águila real y varias especies de patos, además de venados de cola blanca, guaches, curíes y osos de anteojos. También se conocen especies autóctonas de ranas y reptiles. La cultura muisca habitó la vertiente oriental del río Blanco y la parte alta de los valles de Fusagasugá y Tunjuelo; los indígenas guapí, por su lado, ocuparon la zona sureste. La región de Pasca fue territorio de los sutagao (familia lingüística caribe).