Se aplica a las técnicas para desalojar y extraer las mucosidades y el líquido de los pulmones. La percusión consiste en golpear rígidamente los segmentos pulmonares o bronquiales afectados con las manos ahuecadas; se empieza suavemente y se va aumentando en energía si el paciente lo tolera. Para realizar la vibración, el médico coloca sus manos sobre el área afectada y alternativamente tensa y contrae los músculos de la mano, el brazo y el hombro; los movimientos vibratorios se transmiten al tórax del paciente, aumentando la turbulencia y la velocidad del aire exhalado en los bronquios pequeños.