Es un trastorno neurológico autoinmune con desmielinización de los nervios periféricos y las raíces nerviosas, se caracteriza por debilidad progresiva y deterioro de la función sensorial de las extremidades, hipertrofia de los nervios periféricos y, en general, elevación de las proteínas en el LCR (chronic inflammatory demyelinating polyneuropathy [CIDP]). Los síntomas de presentación son hormigueo o adormecimiento de los dedos, debilidad de las extremidades, hiporreflexia o arreflexia, fatiga y sensibilidad anómala.