Se aplica, en EE.UU., al papel de los médicos fuera de ejercicio o de sociedades no profesionales que mantienen relaciones laborales con médicos en activo dedicados a la asistencia sanitaria. La leyes que regulan la práctica corporativa de la medicina varían según los distintos estados, pero suelen requerir el control del médico sobre el diagnóstico y tratamiento, el establecimiento de tarifas por parte del médico, una relación razonable entre los servicios prestados por los no profesionales o sociedad y las cantidades cobradas al médico, y una relación médico-paciente inalterada.