Es una aplicación, en la terapia respiratoria, de una presión positiva sobre las vías aéreas del paciente coincidiendo con el final de la fase espiratoria durante la ventilación mecánica (PEEP; positive end expiratory pressure [PEEP]); cada respiración sucesiva comienza de nuevo desde la línea basa. La ventilación está controlada por un flujo de aire liberado en ciclos de presión constante siguiendo el ciclo respiratorio. La PEEP se utiliza para el alivio de la dificultad respiratoria secundaria a prematuridad, pancreatitis, shock, edema pulmonar, traumatismos, cirugía y otras enfermedades en las que los movimientos respiratorios espontáneos son insuficientes y la concentración arterial de oxígeno es deficiente.