Es el principio de ordenación de las comunidades vegetales propuesto por Braun-Blanquet. Para ordenar un grupo de comunidades de acuerdo con este principio, es decir, de menor a mayor complejidad de estructura sociológica, hay que atender a la existencia de relaciones mutuas entre los constituyentes de la comunidad, a su diferenciación biotípica y ecológica, a la estabilidad y la individualización de la comunidad. En líneas generales, la sucesión de comunidades en la evolución progresiva de la vegetación avanza de acuerdo con la progresión sociológica, aunque esto no se pude tomar como hecho absolutamente general. Al comienzo, en la ordenación según el principio de que tratamos, se sitúan las comunidades planctónicas del aire y del agua, de estructura social rudimentaria y repartición geográfica muy amplia. En el extremo opuesto, la selva virgen ecuatorial, cuyos componentes presentan complejas relaciones entre sí y múltiples diferenciaciones ecológico-fisionómicas, nos muestra el grado más elevado de organización a que llega en la actualidad la vegetación de la Tierra (O. de B.).