Se define como el estado en el que el individuo experimenta una disminución de la capacidad para protegerse a si mismo de las amenazas internas y externas, como las enfermedades o las lesiones: diagnóstico de enfermería aceptado por la NANDA. Las características que lo definen son: inmunidad deficiente, cicatrización deteriorada, coagulación alterada, respuesta de maladaptación al estrés, alteración neurosensorial, escalofríos, sudoración, disnea, tos, picores, inquietud, insomnio, cansancio, anorexia, debilidad, inmovilidad, desorientación y úlceras por decúbito.