El test de la capacidad de los pulmones para cumplir su función de ventilación e intercambio gaseoso (ver también volumen espiratorio forzado y ventilación minuto). La prueba de función pulmonar es un procedimiento para determinar la capacidad de los pulmones para intercambiar oxígeno y anhídrido carbónico de forma eficaz (PFP; pulmonary funcition test [PFT]). Existen dos tipos generales de pruebas de función respiratoria: unas miden la ventilación, es decir, la capacidad del efecto fuelle del tórax y de los pulmones para desplazar el gas hacia fuera y hacia el interior de los alveolos; las otras miden la difusión de los gases a través de las membranas capilares alveolares y la perfusión sanguínea de los pulmones. Los estudios básicos de ventilación se realizan con un espirómetro y un aparato que registra la respiración del paciente a través de la boquilla y del tubo conector; una pinza nasal impide que el paciente respire por la nariz. Las mediciones broncoespirométricas de la ventilación y del consumo de oxígeno de cada pulmón por separado se realizan utilizando un catéter especial de doble luz con dos balones; uno se infla para sellar el pulmón contralateral cuando se está evaluando el otro pulmón. Los estudios de los gases en sangre arterial, incluidas las determinaciones de la acidez, presión parcial de dióxido de carbono y de oxígeno y saturación de la hemoglobina, proporcionan información sobre la difusión de los gases y de la suficiente oxigenación o no de los tejidos.