La prueba que detecta la presencia de cantidades microscópicas de sangre en heces, secundaria a una hemorragia del tracto digestivo. Los tumores digestivos malignos y benignos, las úlceras, la enfermedad inflamatoria intestinal, las malformaciones arteriovenosas, la diverticulosis y la hematobilia pueden justificar la presencia de sangre oculta en heces, aunque ésta también se pueda deber a la ingesta de sangre procedente de una hemorragia faríngea, nasal u oral.