Dícese de la prueba clínica que se usa habitualmente para determinar la laxitud ligamentaria de un tobillo o rodilla con un esquince. Cuando se explore el tobillo, la tibia y el peroné se estabilizan con una mano mientras la otra mano, que mantiene el pie en una flexión plantar de 20º, aplica una fuerza posterior a anterior con el fin de mover el astrágalo hacia delante dentro de la mortaja articular del tobillo. El grado de movimiento refleja el grado de lesión de los ligamentos. Un procedimiento parecido se emplea para evaluar el grado de inestabilidad de la tibia sobre el fémur asociada con una lesión de rodilla. La prueba se realiza con la rodilla en 90º de flexión ejerciendo ligera presión detrás de la meseta de la tibia para desplazar la tibia hacia delante sobre el fémur.