Es una técnica que se utiliza para la identificación de posibles alérgenos mediante la inyección al paciente por vía subcutánea de pequeñas cantidades de extractos de dichos alérgenos sospechosos. Las inyecciones se realizan a intervalos espaciados; el paciente recibe la inyección simultánea del diluyente sólo como procedimiento de control. El resultado de la prueba es positivo si la inyección del extracto produce en 15-30 minutos un habón rodeado de eritema y la inyección del control no produce síntomas. La prueba intradérmica se comienza con soluciones muy diluidas; si el resultado de la prueba inicial es negativo, el procedimiento se repite con soluciones más concentradas.