El paciente, en bipedestación y con los ojos cerrados, permanece el máximo tiempo posible sobre una superficie firme, con las manos en las caderas y apoyando el peso del cuerpo sobre la pierna más fuerte, afirmando la planta del otro pie en la rodilla de la pierna sustentante. El equilibrio se refleja en el tiempo que el paciente puede mantener el ortostatismo sobre una pierna sin mover el pie de apoyo.