El flujo de partículas o fotones con suficiente energía para producir ionizaciones al atravesar una sustancia. Se aplica al flujo de partículas o fotones con suficiente energía para producir ionizaciones en las moléculas que atraviesa. En medicina, se dice de las ondas electromagnéticas de alta energía (como los rayos X o gamma) y rayos particulados (como partículas alfa y beta, neutrones, protones y núcleos pesados), que disocian en iones las sustancias que encuentran a su paso. La radiación ionizante afecta directamente a los organismos vivos, matando las células o retrasando su desarrollo y produciendo mutaciones genéticas y rotura de cromosomas.
La radiación ionizante es un tipo de radiación de alta energía que tiene suficiente energía como para eliminar un electrón (partícula negativa) de un átomo o molécula y causar su ionización. La radiación ionizante produce cambios químicos en las células y daña el ADN. Esto aumenta el riesgo de padecer de ciertas afecciones, como el cáncer. La radiación ionizante proviene de fuentes naturales, como el radón y los rayos cósmicos (rayos que entran en la atmósfera terrestre desde el espacio exterior), y de aparatos de imaginología médica, como las máquinas de radiografía, de tomografía computarizada (TC) o de tomografía por emisión de positrones (TEP). Los accidentes de plantas nucleares y las armas atómicas también liberan niveles altos de radiación ionizante. Es posible que la exposición a dosis muy altas de radiación ionizante provoque daños inmediatos en el cuerpo, que incluyen daños graves en la piel o los tejidos, enfermedad aguda por radiación y muerte.