La relación terapéutica entre el profesional de enfermería y el paciente basada en una serie de interacciones que se van desarrollando con el tiempo. Es una relación limitada en el tiempo y orientada a unos objetivos, y tiene tres fases. En la primera fase, o de establecimiento, el enfermero determina la estructura, propósito, secuencia y contexto de la relación, y expresa su interés en comentar esta estructura inicial con el paciente; en la fase intermedia, o de desarrollo, enfermero y paciente se van conociendo mejor el uno al otro y ponen a prueba la estructura de esa relación, para se capaces de confiar uno en el otro; la última fase, de finalización, se produce en forma ideal cuando se han cumplido todos los objetivos de la relación, cuando paciente y enfermero tienen la sensación de resolución y satisfacción.