La técnica diagnóstica en la que a un paciente bien hidratado con la vejiga vacía se le administra un agente radiofarmacológico, procediendo 20 minutos después a la administración de un diurético, como furosemida. El patrón de eliminación del radiofármaco se somete a monitorización para valorar, en primera instancia, la funcionalidad del sistema colector y, a continuación, la capacidad de transporte de las vías urinarias altas.