Se aplica a la capacidad para mantener una actividad intensa que tiene una duración de dos a diez minutos. Los electroencefalogramas y electromiografías muestran que la resistencia a medio plazo se asocia con un nivel alto de actividad del encéfalo y la presencia de fibras musculares de contracción lenta. La energía para las actividades procede de los sistemas energéticos aeróbico y anaeróbico.