La respiración del recién nacido que comienza cuando el líquido intrapulmonar se expulsa mediante compresión mecánica del tórax durante el parto o se reabsorbe por los alveolos a la sangre y los linfáticos. Cuando el aire entra en los pulmones, tanto éstos como el tórax retroceden a su posición de reposo, pero son necesarias inspiraciones forzadas para mantenerlos insuflados. En los recién nacidos, el control del ritmo respiratorio no está completamente desarrollado.