Término que usó por vez primera el doctor George Sheehan en la década de 1970 para describir una lesión bastante enigmática de los corredores que se caracterizaba por dolor en torno a la rótula al correr, pero sin estar ligado a ningún traumatismo extremo específico. El dolor empeora dependiendo de la distancia recorrida y dificulta el subir y bajar escaleras. No suele curarse con los tratamientos convencionales, como las inyecciones de cortisona. Al principio se creía que era un tipo de condromalacia rotuliana que sugería que correr podía provocar la degeneración del cartílago articular; sin embargo, el dolor asociado con la rodilla del corredor suele producirse en el borde interno o externo de la rótula. Se cree que la afección es una forma del síndrome de dolor femororrotuliano. El término rodilla del corredor también se ha aplicado al dolor en la cara extrema de la rodilla asociado con el ´síndrome de la cintilla iliotibial. Correr por carreteras combadas y una pronación excesiva del pie aumentan el riesgo de sufrir dolor en las rodillas.