Ante un traumatismo abdominal se puede producir una rotura del bazo, sin que exista una herida abierta en la piel del abdomen; la causa más frecuente de los traumatismos abdominales son los accidentes de tráfico. Al romperse el bazo, se produce un sangrado de este órgano, con la consiguiente hemorragia interna. En algunas ocasiones, en el momento del traumatismo puede no ocurrir una rotura completa del bazo, si no una laceración o una rotura pequeña, que produzca un pequeño sangrado. Hay otras causas de rotura de bazo que no sea el traumatismo; esto puede ocurrir en enfermedades que produzcan una inflamación importante del bazo, de manera que se rompa la membrana que rodea al bazo, y por consiguiente aparece su hemorragia. Una de las enfermedades que puede inflamar el bazo es la mononucleosis infecciosa. Al romperse el bazo, se produce una hemorragia dentro del abdomen, es decir, dentro de una cavidad cerrada, por lo que el paciente tendrá dolor abdominal; el abdomen se palpará endurecido y con dolor en su parte izquierda. Si el sangrado es importante, puede aparecer signos de pérdida severa de sangre, como por ejemplo el mareo, la sudoración fría, la disminución del nivel de conciencia; en los casos más graves, puede ser mortal.