Son las prácticas sexuales íntimas entre personas que utilizan preservativos u otros métodos para evitar el intercambio de líquidos corporales que transmitan enfermedades. Aunque la seguridad completa es prácticamente imposible sin la abstinencia, los riesgos conocidos de enfermedades contagiosas, como las infecciones por el virus VIH u otros organismos nocivos como el Pthirius pubis, transmitidos por contacto sexual, se pueden reducir utilizando prácticas sexuales seguras.